Os voy a contar una de esas anecdotas que vivimos con los niños, que son simpáticas, y como me gustaria que este blog algún día lo lean ellos, para poder recordar cosas de su infancia, pues estoy segura de que a Celia le hará mucha gracia.
Cuando su padre se afeita en el baño, y ella lo ve, con la cara llena de espuma de afeitar, se muere de miedo, empieza a llorar, viene corriendo conmigo, y no para de decir llorando: "papa, papa"
cuando papa sale del baño, y quiere cogerla en brazos, no quiere, y tarda un rato en volver a querer estar con él
Con lo resabiada que es, jaja, y tenerle miedo a papa, solo porque lo ve con la cara llena de espuma de afeitar
A saber lo que piensa ella!!! pobre!!! seguro que pone unos pucherinos.......jajaja, parece mentira que para unas cosas sean tan decididos y luego se asustann con nada.......qué angelinos!!!
ResponderEliminarMe estás recordando al mío cuando ve a su padre con la cara de espuma, no se asusta pero se queda alucinado y hace ohohoh! por Dios me muero de risa.
ResponderEliminarun beso
jajajaja que lastima,que pensara ella
ResponderEliminarja,ja,ja,ja,pobrecita.
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